miércoles, 21 de octubre de 2009

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Wallpaper de Fito Paez

Un nuevo Wallpaper (o Fondo de Pantalla) de Fito Paez para toda la Comunidad Paez Perú e hinchas de Fito Paez, esta vez lo hice resaltando el color dorado y creo que me quedó bastante bien, se ve bien elegante ¿no creen?


El tamaño del Wallpaper es de 1024 x 768.

miércoles, 14 de octubre de 2009

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Análisis de Ahí voy de Fito Páez

Respuesta a un comentario de un lector de la Comunidad Páez Perú:

Hola Charly, mucho gusto conocerte y mucho gusto saber que te encantó el blog de la Comunidad Páez Perú, a la cual te invitamos cordialmente para que participes no solamente aquí, sino también en Facebook y en las reúnas que eventualmente tenemos los fans de Fito Páez.

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“Ahí voy” es una canción muy hermosa, es una canción de despertar hacia el mundo, una canción que tiene todo el estilo del “buildungsroman” en la literatura o que es más conocido como la novela de aprendizaje, es decir, el tema central allí es el buscar nuestro lugar en el mundo, una tarea aparentemente sencilla, pero que no lo es en absoluto.

“Yazmín tiene quince años, respira con aletas de pez”

Esta frase nos presenta la canción y en realidad cada uno de los párrafos nos presenta un caso. En este primer caso tenemos a Yasmín, una niña, la edad es sin duda muy importante, 15 años, la edad en que las niñas se convierten en mujer, la edad en que una mujer entra a ser considerada parte de la sociedad, a ser considerada como una persona útil para la procreación y para la supervivencia de la raza humana.

Yo creo que las metáforas de Fito abarcan muchas cosas, pero en el caso de este párrafo, una de las posibles interpretaciones (la que a mí se me ocurre, se aceptan otras) cuando Fito nos dice: “respira con aletas de pez” podemos decir que se trata de alguien que respira ayudado por algo extra, algo que no es natural en el ser humano. Los seres humanos tenemos sistema respiratorio con el cual respiramos por sí solos, pero si algo nos ayuda a vivir, sea cual fuere ese algo, nos convertimos en seres dependientes de eso y al tener 15 años, somos aún dependientes en muchos aspectos de nuestros padres.

Para hacer más visual esta metáfora y agarrándonos un momento de la figura del pez, imaginemos esta imagen como si transcurriera en una pecera, ahí todo cobraría más sentido, si eso lo asociamos al adjetivo delicadeza y al lujo que viene en la siguiente oración, entonces veremos que podría ser una interpretación afortunada, los peces son demasiado frágiles, en el mar y en las peceras, creo que son los animales más fáciles de cazar, anda en cardúmenes, son abundantes y cuando se les saca de su hábitat mueren inmediatamente. Lo de la pecera entonces nos daría un poco la imagen más clara y reducida del océano… el mundo en el que vive alguien… que definitivamente no conoce otro mundo y que está siendo observado y alimentado por otros.

Además, algo esencial digamos, las aletas de pez, aunque no lo sé exactamente, si alguien me corrigiera sería estupendo, son esas aletas que usan los buzos para sumergirse y se sabe que al usarlas fuera del agua caminar es realmente incómodo. Ese detalle podría ser importante también si como líneas arriba, asociamos el respirar a vivir, vive con aletas de pez, aún no vive del todo independiente.

Creo que en todos los casos el significado se reafirma y aún más si lo vinculamos con algunas frases sueltas de la canción… “Ahí voy, las cosas no cambiaron tanto”… todos a cierta edad queremos salir de la pecera en que vivimos, todos alguna vez queremos poder respirar por nuestros propios medios, irnos de casa, viajar a otra ciudad, formar nuestra historia, nuestra propia historia, quitarnos de una vez por todas las aletas de pez y poder caminar por sí solos.

miércoles, 7 de octubre de 2009

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Fito Paez recuerda a Mercedes Sosa

Carta de Fito:

El legado de Mercedes Sosa es de vital importancia en estas horas de la Argentina, una enseñanza moral plena de luz. Con sutileza y precisión desarrolló una obra que marcará por siempre la historia de la música popular de este continente. Su voluntad de libertad fue expuesta en cada recodo del largo camino que forjó a través de muchas décadas en diferentes álbumes y escenarios del mundo. Desde Matus a Violeta Parra, desde Ramírez a Atahualpa Yupanqui, desde Teresa Parodi a Djavan, desde Peteco Carbajal a Spinetta, desde Félix Luna a Charly García, toda ella fue, es, una clase de lo que debiera ser una nación. Una mujer integradora de esencias, una perfumista de la canción en la búsqueda, no del aroma perfecto, sino del aroma del lugar.

Sanmartiniana, desprejuiciada por naturaleza, logró lo que ningún dirigente pudo poner en funcionamiento en la historia de esta tierra. Escuchó a todos, se vinculó con todos, cantó con todos, nos emocionó a todos. Escuchar, vincular, cantar, emocionar. Verbos inusuales, alejados de la vida política. Ella, como nadie, nos da una idea del significado de nación que nos carga de responsabilidad y obliga a pensar en la infelicidad de un país que no puede realizarse en plenitud. Sin embargo, su obra sí que lo logra. La fiereza en la elección de sus repertorios, los riesgos artísticos que asume, el rigor a la hora del canto y la claridad de su voz de terciopelo, la ausencia de miedos a las mercadotecnias, su seguridad temeraria al momento de la grabación, sus ojos cerrados cuando interpretaba y su boca de oro por delante de su bellísimo pelo negro bajo esa nariz de águila, esa es su estampa.

Ama, señora y dueña del lugar. Reinona de la canción. Será imposible pensar la Argentina sin sus fundamentales versiones de Leguizamón y Castilla, Guaraní, la tríada modernista de La misa criolla, Mujeres argentinas y La Cantata su-damericana, la vuelta a la democracia del 83 con Gieco, Tarragó Ros, Heredia y García, su permanente curiosidad por los autores nuevos (a quienes escuchaba incansablemente en su casetera primero, después en su walkman y después en su Ipod), su admiración por el Chango Farías Gómez y Chacho Muller, su falta absoluta de rivalidad con las demás cantantes del barrio, a quienes amaba, sus ganas de abstraerse de todo y su curiosidad inagotable sobre lo que sucedía en el resto del mundo... En fin, sin su locura abarcadora y contenedora.

Ha muerto la señora Mercedes Sosa. La pachamama le decían. Era una gran verdad, porque protegía y proveía. Madre tierra y deidad. Su mirada, su presencia, nos condena al encuentro y este es un inmenso desafío en ésta, la hora más difícil de nuestra tremenda pérdida. Parecen palabras grandes y lo son, pero más grande será construir un lugar tomándola de ejemplo. Ladrillo a ladrillo y todos los días con amor se construye una casa. Ese es su legado. Jamás aceptaré que el lugar de su velatorio se llame el de los pasos perdidos. En todo caso será el de los pasos ganados.


Fito Páez
7 de octubre de 2009